La idea de realizarse un estudio médico para un niño puede causarle miedo o ansiedad, especialmente si no sabe que esperar de dicho procedimiento, por eso es muy importante que se pueda preparar a un niño pequeño antes de la realización de una ecografía.
La ecografía es un estudio inocuo, que no produce dolor ni tiene efectos adversos.Durante el estudio su pequeño se acostará sobre su espalda en una camilla y el médico radiólogo se sentará al lado y colocará gel en el área a evaluar, por ejemplo el abdomen. Luego procederá a evaluar utilizando un “transductor” que es un pequeño aparato unido al equipo de ecografía que permite adquirir las imágenes, el cual movilizara sobre el área a evaluar previamente cubierta de gel. Se puede pedir a su hijo que cambie de posición rodándose sobre cada uno de sus lados y quizás se requiera que “tome aire” y lo retenga por unos segundos. Es importante que el paciente permanezca quieto “mientras le toman las fotos”.
Los niños se encuentran menos ansiosos y cooperan mejor con el estudio de ecografía cuando conocen previamente que les sucederá, por eso es muy importante explicarle a su hijo/a cómo será el consultorio al que acudirá, describirle el procedimiento paso a paso y responder a sus
dudas antes de acudir a su cita de ecografía. El día de la cita el paciente puede necesitar alguna preparación previa, como estar en ayunas o
beber líquidos, lo cual se le indicará a momento de agendar la cita.
Asimismo, recomendamos que el niño/a vista ropa cómoda que le permita acostarse en la camilla. Puede traer su juguete favorito, libros o juegos para que puedan servir para como distracción antes y durante el estudio, permita que su hijo/a elija que desea llevar a su cita. Luego del estudio recibirá un informe escrito y las imágenes de la ecografía. Antes, durante y después del estudio de ecografía, el médico radiólogo a cargo podrá absolver todas sus dudas.